La expectativa por la Mazda CX-3 que llega a Nueva York giraba en torno a los posibles cambios estéticos que podría tener respecto a su antecesor. Sin embargo, lo que terminó sucediendo no fue eso, ya que estéticamente, no se ven muchas diferencias.
En el exterior, apenas uno sutiles retoques a la parrilla delantera, cromados adicionales, luces traseras LED, llantas de 18" y otros elementos que refuerzan la implementación del lenguaje Kodo de la marca. La marca destaca la inclusión de un nuevo sistema de freno de estacionamiento electrónico, el cual permite ser accionado mediante un botón ubicado cerca de la palanca de cambios.
Mazda CX-3 cuenta con un motor Skyactiv-G 2.0L, capaz de ofrecer 148 CV y 201 Nm de torque. Además, este impulsor es más eficiente en cuanto a consumo de combustible que el motor de la versión anterior. Otro de los nuevos sistemas que se incluyen en este modelo es el G-Vectoring Control de Mazda, diseñado para tener un mayor control sobre la dirección de la SUV.
En el interior vemos que el cuero es el material predominante, tanto en el tablero de instrumentos y en los paneles de las puertas, como en los asientos. También se destacan los detalles rojos alrededor de las salidas de aire y el apoyabrazos central trasero que además cuenta con portavasos integrados.