Una vez más Jeep vuelve a tener una pick-up dentro de su gama de modelos con la reaparición del Gladiator, un vehículo que combina las sobresalientes capacidades off-road ya conocidas en la nueva generación del Wrangler pero con la versatilidad de una chata.
Historia
Aunque para algunos resulte toda una novedad que Jeep tenga una pick-up en sus filas, es un hecho que la tradición de estar inmerso en este segmento no es nada nuevo para la marca, de hecho va más allá del origen de la compañía como tal, pues el primer vehículo de este tipo fue el Willys Overland Pickup -basado en el el CJ-2ª- que data de la década de 1940.
De ahí en adelante, fueron surgiendo otros ejemplares con carrocería de pick-up, ahora si bajo el emblema de Jeep. Dentro de esta lista, están las FC-150/170 Pickup (1957-1965), Gladiator / J-Series Pickup (1963-1987), CJ-8 Scrambler: 1981-1985 y Comanche (1986-1992).
El regreso de la Gladiator
Si bien Jeep tenía la intención de volver al segmento de las pick-ups en 2005, con la aparición de un prototipo llamado Gladiator, la crisis económica de aquella década propició que varios proyectos fueran cancelados. Así, 13 años después de aquel intento fracasado, Jeep decidió que era el momento idóneo para volver al segmento, aprovechando la aparición de la nueva generación del Wrangler.
Retomando el emblemático nombre de Gladiator, Jeep decidió retomar el camino de las pick-ups por dos cuestiones: la primera es que el segmento viene creciendo sobretodo cuando se trata de aquellos que son de talla mediana; y la segunda es que un gran sector de propietarios del Wrangler personalizan sus vehículos convirtiéndolos en pick-ups.
Un Wrangler convertido en pick-up
Aunque pareciera que solamente se trata de un Wrangler Unlimited configurado en la parte posterior para hacerlo ver como una pick-up, en realidad el Gladiator va más allá. Como parte de esta reconfiguración, tenemos que la clásica parrilla de siete ranuras tiene una mayor amplitud entre una y otra con el objetivo de mejorar la refrigeración del motor. Igualmente esta zona frontal fue perfeccionada para aumentar la aerodinámica del vehículo.
A nivel visual esta Gladiator es casi idéntica al Wrangler, pero se marca una clara diferencia en la parte posterior. Con una caja de 1,5 m de longitud, este nuevo modelo de Jeep tiene la misma capacidad de carga de toda pick-up mediana, unos 725 kg.
Como es costumbre en Jeep, esta pick-up se destaca por una serie de soluciones en la zona de carga que lo hacen destacar de los competidores. Se destaca la iluminación LED, el enchufe de 110v, los ganchos de amarre y el diseño de la ventana en el cristal trasero.
Un punto más a destacar de la caja es quem, además de estar protegida por medio de un spray, la altura de la misma no es tan alta como sucede en la mayoría de los casos. Esto quiere decir que no es necesario subir a la batea para lograr tocar el piso de la misma.
Ante la adopción de la batea, el chasis de la Gladiator presenta una serie de reajustes para proporcionar una mejor distribución del peso. Esto da como resultado que la carrocería sea 770 mm más larga y que la distancia entre ejes aumente 485 mm en comparación con el Wrangler de cuatro puertas. Asimismo, la altura con respecto al suelo permite que tenga una capacidad de vadeo de 750 mm.
Siguiendo la receta de este último, la carrocería de la Gladiator permite que se puedan desmontar las puertas, el techo, inclinar el parabrisas o bien disponer de un techo de lona.
Adentro
Donde también existe una enorme similitud al Wrangler es en el interior. Además de tener un diseño parecido, los materiales de alta calidad y el nivel de equipamiento se hacen presentes en esta Gladiator. La tonalidad y el nivel de terminaciones van en función de la versión.
Algo que si marca diferencia es la fila posterior. Aquí los asientos traseros pueden ser plegados, formando una superficie plana proporcionando más espacio para objetos grandes en caso de ser necesario. Como opción, puede añadirse una tapa con cerradura, una solución muy práctica para almacenar objetos con seguridad cuando las puertas o el techo han sido retirados.
Respecto al sistema multimedia, esta pick-up obtiene la cuarta generación del sistema Uconnect que incluye Apple CarPlay, Android Auto y la posibilidad de elegir entre dos tamaños para la pantalla táctil de 7" u 8,4".
Continuando con el equipamiento, otra más de las exclusivas en la Gladiator, específicamente la versión Rubicon, es la cámara delantera que permite visualizar los obstáculos que hay sobre el terreno. De igual manera, destacan las mejoras del sistema de audio donde figura un subwoofer y una bocina portátil inalámbrica, ambos ubicados bajo el asiento trasero.
Misma receta mecánica
En la fase de lanzamiento, la nueva Jeep Gladiator está disponible con el conocido motor Pentastar V6 de 3.6 L. Meses más tarde, en 2020 se incorporará a la gama el motor EcoDiesel V6 de 3.0 L (260 CV y 599 Nm de torque).
Concretamente, el seis cilindros de 3.6 L ofrece una energía de 285 CV y 352 Nm de torque que de la mano del sistema Start Stop, una transmisión automática de octava, y aluminio en capó, guardabarros, puertas y marco del parabrisas, alcanza una gran eficiencia de combustible.
Junto a esta búsqueda de eficiencia, la Gladiator también ve una serie de mejoras en la suspensión trasera que en este caso es de de cinco brazos, con el fin de optimizar el confort de marcha, pero sin sacrificar las prestaciones todoterreno y las capacidades de carga y remolque 3.460 kg.
Como era de esperarse, la Gladiator tiene las mismas capacidades off-road que el Wrangler gracias a su estructura, al trabajo del motor y transmisión, y del vasto equipo, compuesto por los sistemas 4x4 Command-Trac y Rock-Trac, la tercera generación de los ejes Dana 44, los diferenciales de bloqueo electrónico delanteros y traseros Tru-Lok, el diferencial de deslizamiento limitado Trac-Lok, la barra estabilizadora que se desconecta electrónicamente y los neumáticos todoterreno de 33" impuestos en llantas de 17".