La división de vehículos extremos y deportivos de Audi es la más joven de las marcas alemanas, si bien en los años ochenta y noventa incursionaron en el segmento de vehículos de alto rendimiento en el Campeonato Mundial de Rallies con su arma secreta llamada Quattro, recién en 1994 la marca de los cuatro aros decidió lanzar un vehículo extremo, poderoso, rápido, que pudiese usarse para dejar a los chicos en la escuela y también en la pista, así nació el Audi RS2 Avant. Así nació el concepto RS (RennSport o Racing Sport) de Audi.
El RS5 está desarrollado sobre un Audi A5 con enormes mejoras en desempeño mecánico incluyendo un V8 de 4.2 litros FSi que entrega 450 CV a 8.250 rpm y transmisión S-Tronic de doble embrague. Se destaca el sistema quattro con tres diferenciales (delantero, central y trasero), con una relación de tracción 40% al eje delantero y 60% al trasero, que puede modificarse mediante el Audi Drive Select para entregar hasta el 85% de la fuerza al eje trasero.
En el eje delantero encontramos discos de freno de fundición gris (no cerámicos) de 13.6 pulgadas (345 mm de diámetro) perforados y con un caprichoso maquinado en el perímetro del rotor que ayuda al enfriamiento. Atrás también hay discos inmensos de 13 pulgadas (330 mm), con perforaciones. El sistema de frenos está dotado de sistemas ABS, EBC y ESC, para mejorar la frenada y estabilidad. En contacto con el piso es gracias a unas cubiertas P265/35 R19, que están montadas en llantas de aluminio forjado con un tradicional diseño de diez brazos.
Estéticamente encontramos muchas diferencias con su hermano denominado A5, como las enormes tomas de aire al frente, la parrilla trapezoidal ligeramente cambia, estribos laterales específicos, enormes salidas de escape y un alerón en el baúl que se eleva automáticamente arriba de los 120 km/h para entregar un poco más de agarre aerodinámico en el eje trasero.
En la cabina, el RS5 nos recibe con dos enormes sillones que emulan los “buckets” de carrera, pero con la comodidad para usarlos a diario. En todo el perímetro del habitáculo encontramos insertos de fibra de carbono real y metal que en combinación con plásticos de buena factura dan un ambiente sport y Premium a la altura de un auto de éste precio. Hay que destacar el volante de tres brazos, que está forrado con piel perforada y tiene la parte baja plana.
El sonido del V8 aspirado delata de lo que es capaz desde que se pone en marcha el RS5. Una vez con el 4.2 litros ronroneando en ralentí, el paso obligado es seleccionar la opción “Audi Drive Select” con el MMI y elegir el modo Dynamic ya que la prueba sería en pista. Ésta selección modifica la gestión de la amortiguación, mucho más dura y firme, de la dirección, que se endurece mucho más, de los diferenciales para tener mayor tracción en el eje trasero y de la gestión de la caja, que se hace más dinámica, permitiendo hacer los cambios de forma manual con las levas del volante en los rangos más altos de revoluciones sin que entre ningún gobernador.
Al acelerar de forma gradual, el ronroneo que se escuchaba en ralentí se convierte en un sonido grave, digno de un buen V8, pero lo más interesante es que sobre las seis mil rpm el sonido es completamente agudo, recordando a aquellos Fórmula Uno de los sesenta, un sonido valvular, que a todo apasionado de los motores le pone la piel de gallina.
El desempeño en recta es simplemente perfecto, la aceleración es constante y pareja y a la hora de atacar una curva de 90º hay nulo bamboleo de la carrocería- gracias a la gestión electromagnética de las suspensión- así el RS5 nos invita a buscar más allá de nuestros límites y si se comente un error, un rápido parpadeo de los testigos del control de tracción y estabilidad flashean ante nuestros ojos, corrigiendolo y permiténdonos seguir.
En condiciones del día a día se comporta de forma dócil, lo único que hay que cuidar es el bajo perfil de las gomas, que son presa fácil de los baches que abundan en nuestros caminos.
Mañana te espera el nuevo Ford Focus ST, uno de los GTi más rápidos y divertidos de la actualidad que aún no se consigue en Argentina ¿te lo vas a perder?