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Test drive

Prueba BMW i8

Un hito tecnológico que nos demuestra que los autos híbridos pueden ser ESPECTACULARES

Prueba BMW i8

El concepto de movilidad híbrida de BMW nace en el marco del Salón de Frankfurt en 2009 y su estandarte fue un concept llamado Vision Efficient Dynamics y el i3, creado por Adrian van Hooydonk, hoy jefe de diseño de BMW. El concept es el precursor del i8 que ahora nos ocupa.

Entre el concept y el auto de producción hay pocas diferencias, siendo las más notorias el estilo de las puertas, que en el Vision son completamente transparentes, no así en el auto de producción. Otra notoria diferencia es que en el concept la parrilla frontal se ilumina con una diabólica luz azul, hecho que no se repitió en el modelo de serie develado en 2014 y que manejamos en su presentación.

Características técnicas y mecánicas

Sin dudarlo esta es la parte más compleja del vehículo, ya que está construido enteramente en aluminio, fibra de carbono y termo plásticos (CFRP) que lo hacen además de resistente muy ligero, con un peso de 1.560 kilos. Y buena parte de ese peso es debido a las baterías que además cuentan con un sistema independiente de refrigeración líquida.

Las cotas y medidas son de un auto deportivo, la longitud total es de 4.689 mm, el ancho es de 1.942 mm, la altura 1.293 mm y la distancia entre ejes es de 2.800 mm. La espectacular carrocería está rematada por unas llantas de gran diámetro, 20 pulgadas, pero con una anchura discreta, las de adelante son de 7´y calzan neumáticos 195 /50, las de atrás son de 7.5´y con caucho 205/45.

Dos motorizaciones

-El primero es un motor naftero que podríamos llamar “común” y está entrecomillado, porque se trata de un novedoso 1.5 litros de tres cilindros turbo, que también encontramos en los MINI Cooper de tercera generación. La potencia que entrega este propulsor es de 231 CV a 5.800 rpm y que además entrega una fuerza de torque de 320 Nm en el régimen de giro de 3.700 revoluciones. Está localizado en posición central trasera y su montaje es transversal. En segundo lugar tenemos la motorización eléctrica.

-El segundo es un impulsor de corriente alterna que genera 131 CV(96.0 kW) y entrega casi 250 Nm de torque. El motor eléctrico está situado en posición delantera central que se alimenta con un paquete de baterías de iones de litio que se alojan en la parte central de modulo inferior, denominado Drive Module, y en donde están montados todos los componentes mecánicos.

En el conjunto de capacidades, potencia y torque encontramos que el poder total del i8 es de 362 CV y 569 Nm de torque, y aprovechando que el i8 es un vehículo que ofrece más torque que caballos, me recuerdo la celebre frase de Enzo Ferrari y que decía: “la potencia de los caballos de fuerza ayuda a vender coches, pero la fuerza de torque te hace ganar carreras”… así qué… ¿alguna duda?

Confort

El habitáculo del i8 está montado en otro módulo llamado Live Module creado en (CFRP) que “fiscalmente” acomoda a cuatro pasajeros, en realidad es un 2+2 como lo es un Porsche 911, cuyas plazas traseras están “creadas” para quedar bien con el fisco Alemán y que el vehículo tenga una tasa tributaria un poco más baja de la que pagan los biplazas, pero en realidad el i8 es un biplaza, para efectos prácticos, atrás no cabe casi nadie, el baúl también es muy reducido, pero no faltó quien diseñe unas valijas específicas para el i8.

Para acceder al interior se abren las inmensas puertas hacia arriba, un funcionamiento que combina los estilos del Mercedes-Benz SLS y todos los Lamborghini actuales, la construcción del Live Module es tan ancha y baja que los ingenieros tuvieron que recurrir a ese tipo de apertura, para darle al conductor y su acompañante una forma más digna de subir y bajar del auto, ya que con unas puertas convencionales la maniobra es compleja.

¡Ah, por cierto, las mujeres que viajen en este auto olvídense de usar faldas cortas, pues el espectáculo que darán al bajarse hará palidecer el contúndete diseño del i8!

El interior nos hace sentirnos en una nave espacial, ya que hay una total carencia de instrumentos visibles con el vehículo apagado. Las tapicerías son de piel Neso Carum Grey cuyo aroma hace sensorialmente más impactante la vida a bordo. Cuenta con casi los mismos controles que porta un BMW moderno y prácticamente todos los comandos del sistema de navegación e infoentretenimiento se gobiernan desde el iDrive y se despliegan en una pantalla de 10.2 pulgadas. También cuenta con un disco rígido de 20GB, en donde se pueden almacenar archivos de MP3 y reproducirlos en un sistema de audio Harman Kardon de 360 watts, que sonaran el 11 parlantes colocados estratégicamente.

Manejo

Nada se parece a sentarse tras el volante de un i8, la sensación es completamente desconcertante y futurista, ¿quién no se intimidó ante su primera computadora personal? Esa es la sensación, en cuanto se pulsa el botón de Start no hay ningún sonido emanado del motor, todos los sistemas se ponen en alerta, es decir aparecen los gráficos del tacómetro y el velocímetro, además de que se muestra información en el head up display, una proyección que nos brindará información que se proyecta en el parabrisas y que nos mantendrá al tanto sin despegar los ojos del camino.

En cuanto se aplica D en la palanca, las cámaras aéreas y frontales se activan, proyectando en la pantalla central una vista periférica de lo que hay alrededor del i8 ¿les suena futurista?

Para empezar a rodar solamente hay que pisar suavemente el acelerador y el vehículo rodará en completo silencio, si las baterías están completamente cargadas, el i8 puede recorrer hasta 37 kilómetros en modo netamente eléctrico, sin sobrepasar los 120 km/h, en este caso la tracción es delantera - el módulo eléctrico cuenta con una transmisión de dos velocidades-, aquí las reacciones son suaves y solo nos damos cuenta que estamos en movimiento escuchando el rumor de la banda de rodamiento contra el piso.

Como buen auto moderno cargado de tecnología, el i8 no podía quedarse atrás y nos ofrece cuatro modos de manejo, a los cuales accedemos mediante una selección táctil en el habitáculo, son cuatro personalidades, pero aquí solo nos concentraremos en la Sport

Para acceder a este modo hay que dar un golpe a la palanca de cambios hacia la izquierda, los instrumentos cambian de color de un tono blanco-marfil a rojo anaranjado y la leyenda sport aparece en la pantalla. Aquí tenemos a disposición del acelerador las máximas capacidades de los dos motores (ojo el eléctrico debe estar cargado) para exprimir todo el potencial, y además el sistema regenerativo de frenos aprovecha toda la energía generada en las frenadas. En este modo el i8 hace el 0-100 km en 4.4 segundos. Aquí se puede explotar todo el potencial deportivo del vehículo, aquí es en donde la orientación del diseño y desempeño salen a relucir ya que el reparto de pesos es del 50 % en cada eje ¡Como todo buen BMW! Y el agarre es sorprendente gracias a la suspensión independiente de paralelogramos deformables en las cuatro esquinas.

Conclusión

El i8 es un acontecimiento en donde se pare, si bien su precio no es bajo, el estilo lo coloca en el terreno de los súper exóticos híbridos, y aunque no tiene nada que ver con el Porsche 918 Spyder, el Ferrari LaFerrari o el McLaren P1 la gente lo posiciona erróneamente a ese nivel.

Es un vehículo que por ahora es una demostración de poder y tecnología alemana, que nos muestra claramente que NO todos los híbridos deben ser espantosos y aburridos como algunos japoneses y nos indica cual es el camino a seguir en pro del medio ambiente con tecnologías que hoy son costosas y escasas.

 

Seguimos con el Compromiso Autocosmos: la Prueba de un auto increible cada día hasta fin de año. Mañana es el turno del Nuevo Ford Mustang V8. Imperdible

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