Amamantar, una experiencia única, un acto simple y complejo, un acto de a dos: un niño que necesita alimentarse para sobrevivir y una madre que necesita y desea ofrecer su leche. Es una experiencia maravillosa, un aprendizaje mutuo, donde el bebé y la madre se vinculan, se reconocen y se encuentran. Un dar y recibir donde mamá y niño se fusionan en un vínculo único e irremplazable.
Resulta importante que una madre que esté dando la teta tenga ciertas precauciones a la hora de volver a manejar, ya que esta vez lo hará llevando consigo a quien es lo más importante de su vida, su bebé. Es necesario estar en estado de alerta, tratar de tener mayor consciencia de lo que sucede en el exterior en beneficio del bebé y de la madre misma.
Algunos consejos en relación con la lactancia a la hora de volver a manejar:
• Recordá dar la teta antes de emprender el viaje en el auto.
• Tené en cuenta que si tenés que manejar una larga distancia, es preciso que te detengas en alguna estación de servicio para dar la teta.
• Si el viaje es corto, pero de todos modos el bebé tiene hambre, tendrías que estacionar donde puedas y darle la teta.
• Tené siempre en cuenta la libre demanda a la hora de la lactancia, entonces, cuando tu hijo lo requiera dale de amamantar.
• Si tu bebé se pone “fastidioso” porque tiene hambre y no lo podes calmar mientras manejas, busca el mejor lugar para detenerte y darle la teta.
• Recordá de llevar en tu bolso discos absorbentes por si hay pérdida de leche. Te garantizan la higiene y mantienen la piel seca.
• Tomate el tiempo necesario para amamantar, aunque sea dentro del auto, ya que lo más importante es que tu bebé este satisfecho y feliz..
Fuente: Mujeres al volante