La marca de autos francesa presenta en el Autoshow de Ginebra uno de los conceptos más estilizados de todo el Salón y que hace mucho tiempo no veíamos. Y no, no es un coupé biplaza, o un complicado auto insignia sino un monovolumen que le daría a Renault algo para competir contra autos como el Ford C-Max.
El R-Space toma muchos elementos del concepto DeZir -que se develó en Paris del año pasado, pues según el nuevo jefe de Diseño en la marca del rombo, Laurent van den Acker, Renault necesitaba un cambio total en sus modelos, regresando a algo más pasional pero global a la vez. Creemos que lo ha logrado, pues aunque ya nos había gustado el concepto de la Opel Zafira también presentado en Ginebra, el R-Space luce como nada que hayamos visto.
Comenzando desde la complejidad del color de la pintura -que dicen fue inspirado en un desayuno (en serio, no estamos inventando) pues combina el chocolate, la leche y la miel en un complicado pero muy agradable a la vista color amarillo apelrado. Después está la silueta, que para nada parece una caja de zapatos con ruedas. Tiene líneas que suben, que bajan se tuercen entran y salen en una armonía digna de admiración. En el techo, encontramos un degradado del color al cristal en forma de cuadrados que le dan cierto movimiento y dinamismo a la parte trasera.
El interior es igual de desorbitante, pues sólo cuenta con dos asientos (los delanteros) los cuales tienen una forma en la que parece que se están abrazando (el lado de las emociones de Renault). Las puertas traseras abren para atrás (puertas suicidas) y llevan a un espacio lleno de pequeños cubos que se mueven para formar unos “asientos”.
A diferencia de los últimos conceptos realizados por Renault, el R-Space no funciona con un motor eléctrico, sino con uno a diesel de 900cc pero que gracias a un inteligente sistema de recirculación de los gases del escape y a uno de encendido electrónico de “bujías de radiofrecuencia”, entrega 110Cv y 160Nm de torque –nada mal para un motor tan pequeño. También cuenta con ahorradores de combustible como el sistema Start/Stop, una bomba de aceite electrónica que manda el aceite requerido en el momento preciso y un novedoso sistema de gestión de la temperatura del motor, que calienta rápidamente los fluidos del motor para reducir lo más posible la fricción y maximizar la eficiencia del mismo.
La transmisión es una de doble embrague que acorta los tiempos entre cambio y cambio para lograr un tiempo de aceleración de 0-100Km/h de 11seg y una velocidad máxima de 200Km/h.
Por supuesto que por ahora es solamente un auto concepto, pero no nos sorprendería ver tanto partes del diseño en los futuros monovolúmenes de la marca como las tecnologías utilizadas en otros modelos. Creemos que Renault va por muy buen camino en materia de diseño y propuesta tecnológica, sólo nos encantaría ver ambas cosas en nuestro mercado.