Algunas personas piensan que encerar su auto no es algo necesario y frecuentemente realizan tareas de mantenimiento en el motor pero ignoran por completo el exterior de su auto, sin embargo la carrocería también requiere un continuo cuidado. Si no te ocupás de la pintura, tu vehículo no te va a traer problemas mecánicos, pero si te va a bajar el valor de reventa, como si nunca hubieras hecho un cambio de aceite o afinación, solo que en este caso está al alcance de la vista. Un mantenimiento constante a la carrocería conservará tu auto como “nuevo” por varios años después de su compra.
Aparte de ser un beneficio estético, una encerada regular ayuda a proteger la pintura y a mantenerla limpia, preservando los aceites que asisten a prevenir la oxidación. El resultado es una pintura con acabado mate. Además de todo lo anterior, con un encerado frecuente se preserva la carrocería de estar expuesta a diversos factores como: viento, lluvia, smog, rayos ultravioleta, granizo, savia de árboles y por supuesto los desechos de las aves entre otros.
Si te preguntás, ¿con qué frecuencia es necesario encerar el auto?, vas a tener muchas respuestas. Los fabricantes de cera recomiendan aplicar una capa por lo menos cada 45 días. En algunos casos, como el de la cera sintética, se señala que dará protección hasta por un año. También es según tu preferencia, del tiempo que tengas disponible y por supuesto, de dinero.
Si deseás que tu auto luzca como nuevo y tenés los recursos, necesitas encerar tu unidad por lo menos una vez al mes. Si el vehículo está estacionado la mayor parte del tiempo en un garaje y no está expuesto a los factores antes mencionados, no se requiere que sea tan continua la aplicación de cera.
Fuera de los factores y recomendaciones, hay unas pruebas muy sencillas que podés realizar para saber si tu auto necesita una encerada. La primera es la de la gota de agua. Al momento de lavar el vehículo, notá cómo se comporta el agua en la superficie. Si se forman diversas gotas de manera uniforme, entonces los rastros de última encerada siguen ahí. Pero si no se forman gotas y en su lugar se crean grandes “sábanas” de agua, es tiempo de aplicar una capa de cera.
Una segunda prueba es cuando lavaste tu auto y lo secaste a la perfección. Con un trapo o paño de algodón doblado al tamaño de la mano, frotá uniformemente la superficie de la carrocería girando en dirección a las agujas del reloj y después al revés. Si escuchás un chillido, entonces necesitás encerar tu unidad a la brevedad.