Seguramente te ha pasado; la batería se descargó y necesitás que alguien te pase corriente para seguir tu camino; o en su caso la vida útil de la misma ya terminó por lo que necesitás cambiarla.
Sea cual sea el escenario comprar una nueva requiere de saber ciertas cosas de acuerdo a lo que requieras.
Tamaño
Asegurate que el tamaño del acumulador sea el mismo, lo mejor es llevar tu batería al negocio y compararla con la nueva. Esto te evitará contratiempos al momento de colocar la recién adquirida, por ejemplo puede que sea muy grande y no entre en el lugar asignado; por otra parte si es más chica las terminales pueden hacer corto con alguna parte de la carrocería o incluso los cables no logren ajustarse bien a las mismas. En los puntos de venta existen pequeños manuales que indican la correcta aplicación para tu vehículo en caso de que no lleves la batería descargada. El manual te señala el voltaje de la misma entre otros detalles, vienen por marca, modelo y año para su fácil búsqueda.
Edad
Las baterías usualmente vienen señalizadas con una fecha de manufactura y deben venderse dentro de los primeros seis meses después de esa fecha. Revisá la fecha cuidadosamente, no la compres si tiene más tiempo del mencionado.
Amperaje en arranque en frío
Esta es la medida o capacidad de la batería de poder arrancar un auto con una temperatura de -18°C, y su denominación en inglés es CCA. Esto significa que entre más alto sea el amperaje de arranque, encenderá mejor en el frío. La mayoría de las baterías muestran este dato en una calcomanía. No obstante existen otras mediciones como CA para un desempeño de arranque a una temperatura de 0°C y para un arranque en caliente HCS que se mide 27°C. La más “precisa” es CCA y te da una mejor idea de cómo se comporta la batería en clima frío.
Capacidad de reserva
Este es uno de los números más difíciles de encontrar, pero es de los más fundamentales. Te indica cuánto tiempo puede durar la potencia de la batería si de repente el alternador deja de trabajar. Está información se encuentra impresa en el producto, así como en los folletos o documentos de venta.
Mantenimiento
Existen dos tipos de batería de bajo mantenimiento o libre de mantenimiento. La primera necesita ser revisada ocasionalmente en su nivel de electrolito y ser rellenada con agua destilada cuando se requiera. La segunda es completamente sellada, no necesitan mantenimiento –como su nombre lo indica- y funcionan mejor en climas fríos.