Se viene el invierno y con ello muchos aprovechan para irse a lugares donde la nieve es parte del encanto. Sin embargo, manejar sobre ella puede traer problemas, por lo que la gente de Michelin nos trae algunos datos importantes para poder disfrutar de nuestro viaje sin tener que preocuparnos por el clima, y así estar más seguros todo el tiempo.
¿Cómo reconocer los neumáticos para nieve?
Todos los neumáticos para uso invernal poseen un símbolo de una montaña con tres picos con un copo de nieve y las letras “M+S” (del inglés, barro y nieve). Estos neumáticos fueron desarrollados para ser usados en condiciones de nieve, hielo y/o bajas temperaturas. Esta marcación asegura que superan los requisitos de performance en términos de tracción en nieve/hielo determinados por la industria
¿Cómo debe ser la presión en estos casos?
Los neumáticos pierden presión cuando disminuye la temperatura, por lo que hay que hacer ajustes frente a esto. Si el neumático tiene una presión de 29 psi a 20°C, la presión puede ser de solo 26 psi a 0°C. Si se ajusta la presión de los neumáticos con este tipo de temperaturas bajas, debe ser según las presiones recomendadas por el fabricante de su vehículo. En el caso de hacerlo en un garaje o taller cálido, hay que sumar 3psi (0,2 bar) a las presiones recomendadas por el fabricante. Esto permitirá compensar las temperaturas frías y conducir con la presión de neumáticos correcta.
A saber...
Los cuatro neumáticos deben ser aptos para destinos de invierno, no se debe cambiar sólo algunas unidades, sino el juego completo. Esto siempre que se transite una zona en la cual la temperatura promedio sea inferior a 7ºC. Así nos aseguramos mejor experiencia de manejo en rutas mojadas, o con hielo o nieve, aumento de la adherencia y la seguridad, y distancias de frenado más cortas.
Con respecto a las cadenas, debemos usarlas sobre nieve compacta y tienen que ser adecuadas para cada vehículo y varían según el tamaño del neumático. El promedio mínimo es de 12 partes de cada cadena que atraviesa la rueda. Para usarlas se debe manejar a una velocidad no superior a los 30 km/h. Se debe trabajar con las marchas bajas de la caja de velocidad y desacelerar progresivamente para minimizar la utilización del pedal de frenos. Existen alternativas, como cadenas líquidas y textiles, que si bien son menos eficientes, mejoran considerablemente la tracción.
Por el lado de los clavos, son ideales para rutas con hielo (no son tan convenientes en condiciones de nieve) y/o muy sinuosa, ya que sirven para aumentar la adherencia sobre el hielo, facilitan el arranque y el frenado. Aunque se debe tener cuidado al circular con clavos por rutas que no estén cubiertas de hielo, ya que pueden aumentar la distancia de frenado, el ruido en la ruta y el desgaste de los neumáticos.
Durante la temporada fría, es importante tener en cuenta algunas cuestiones de los parabrisas, como las grietas, ya que es necesario repararlas porque la exposición al frío puede intensificar el daño. Siempre verificar que el depósito del líquido de limpieza para el parabrisas este completo y no diluir el líquido anticongelante de limpieza para el parabrisas con agua porque puede congelarse.
Cosas para llevar
Finalmente, lo mejor es disponer en nuestro vehículo de las siguientes cosas para el invierno: Cuatro neumáticos aptos para condiciones invernales, pala, un manómetro para neumáticos, un gato/criquet y un neumático de repuesto totalmente inflado, gravilla, sal o un pequeño trozo de alfombra, cables auxiliares de batería, balizas de ruta, y líquido anticongelante de limpieza para el parabrisas.