Llegan las vacaciones de invierno y algunas personas pueden tomarse unos días disfrutando del frio; pero ya sea en el sur de Argentina, o del otro lado de la Cordillera en Chile, podés encontrarte con nevadas o neblinas intensas que aumentan el peligro de manejar por las rutas.
Antes de empezar, damos por sentado que te apuntaste con todo lo que necesitas tener listo antes de salir a la ruta, ahora, para evitar accidentes frente a los fenómenos del clima asociados al frio, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para Latinoamérica recomienda:
¿Qué hacer si hay niebla?
Los bancos de niebla son un fenómeno común pero más asociado a las bajas temperaturas, su característica principal es la reducción de la visión y que se torna más peligroso a la noche donde no se llega a ver nada, incluso en áreas urbanas con mayor presencia de iluminación externa.
En este caso, si nuestro vehículo posee luces antiniebla, es el momento de encenderlas. Además, se recomienda circular con las luces bajas y de posición, al mismo tiempo que reducimos la velocidad de forma gradual a medida que vamos a incrementar la distancia entre los autos (¡si es que los vemos!).
Lo que no se recomienda es circular con las luces altas, ya que “rebotan” contra la niebla, encandilan y acortan el campo visual. Y tampoco realizar adelantamientos ni sobrepasos. Recordá que las balizas indican que el auto está en detenido, no las enciendas si seguís circulando.
Y si ya no podés ver más, salí del camino del camino con mucha precaución y frenar el auto en alguna zona segura lo más alejados de la ruta (tampoco en la banquina) y encender las balizas. Una vez que la visibilidad mejore, reanudamos la marcha.
¿Qué hacer si hay nieve?
Todos quieren disfrutar de la nieve, pero manejar en ella es menos placentero, y a eso súmale las lluvias de agua nieve, lo que genera condiciones que debemos considerar a la hora de transitarlas.
En el mejor de los casos podemos disponer de neumáticos de invierno o con cadenas, que permiten una mayor adherencia al suelo; pero en todo caso se aconseja andar a una velocidades reducidas, tomar la distancia suficiente con los demás vehículos, evitar giros, aceleraciones y frenadas bruscas.
En el caso que necesitemos frenar hay hacerlo con el freno motor y la caja, siempre con las ruedas rectas y nunca en curvas.
Es muy importante no confiarse con el aspecto del asfalto, ya que existe un fenómeno denominado “hielo negro”, en el que se hace casi imperceptible a simple vista y puede ocasionar que choquemos o bien tengamos un grave accidente.
Normalmente, los lugareños conocen las secciones donde da poco el sol y se forma hielo en la calzada, pero en todo caso, si a la distancia ves que el asfalto se pone opaco, empezá a desacelerar antes de llegar a ese punto. Y recordá, el hielo es como una pista de baile recién encerada, aún a muy bajas velocidades las ruedas resbalan y es más fácil de lo que creías terminar fuera del camino.