Los vehículos son piezas de ingeniería muy complejas y con miles de componentes, y varios de ellos deben trabajar en conjunto para poder hacer que se mueva y que funcione correctamente y eficientemente.
Entre los diversos aspectos que hacen que el vehículo funcione, uno de los más importantes es la relación de transmisión, y por eso, te explicamos todo lo que tenés que saber sobre ella, para nuestra sección Tips y Consejos.
¿Qué es la relación de transmisión y cómo se calcula?
La razón por la que la relación de transmisión es clave en los vehículos es que se encarga de hacer que el motor sea más versátil y eficiente ante diferentes situaciones, equilibrando fuerza y velocidad, y por ende, el consumo.
Las transmisiones suelen usar diferentes engranajes de diversos tamaños, y la relación de transmisión tiene en cuenta a dos:
- El conductor o impulsor
- El conducido o impulsado
El engranaje conductor es el que recibe la fuerza del motor, y se la transmite al conducido, y ahí es donde entra la relación de transmisión, que tiene en cuenta la velocidad de giro de ambos, y se calcula según los dientes de cada uno.
Supongamos que el engranaje conductor tiene 20 dientes y el conducido tiene 40. Para calcular la relación de transmisión, hay que dividir el número del conducido por el del conductor, que en este caso resultaría en 2.
El resultado que se obtiene del cálculo simboliza cuántas veces deberá girar el engranaje más chico para que el grande de una vuelta entera, y así se define la relación de transmisión, que en este caso sería de 2 : 1 (se lee como 2 a 1).
Así influye la relación de transmisión en el vehículo
Entendiendo cómo hacer el cálculo, queda aclarar cómo afecta la relación de transmisión en el comportamiento del vehículo, y se puede resumir de la siguiente manera:
- Mientras más grande el número, la fuerza (torque) va a ser mayor, pero la velocidad va a ser menor
- Mientras más chico el número, la fuerza va a ser menor, pero la velocidad va a ser mayor
En el caso de los vehículos, los primeros cambios tienen relaciones altas, ya que son las que entregan fuerza para mover el vehículo a bajas velocidades, mientras que en marchas más altas, la relación es más baja, para reducir las rpm, y por ende el consumo.
