La firma checa Skoda, parte del Grupo Volkswagen, se sumará con fuerza a la estrategia ecológica que se cocina en Wolfsburgo y en Shánghai ya dan una muestra de lo que será eso. La idea es lanzar el primer híbrido plug-in en 2019 y el primer eléctrico en 2020, utilizando la plataforma MEB ya desarrollada por el grupo alemán como base.
La estrategia eléctrica de Skoda comienza, ya dijimos, en China con la presentación del concept Vision E, con un diseño que sienta las bases tecnológicas que utilizarán en los modelos que vienen, lo que marca una diferenciación estética respecto a la gama actual.
Lo que se ve es una SUV con aire deportivo de cinco puertas, que mide 4.645 mm de largo (entre ejes 2.850 mm), 1.917 mm de ancho y 1.550 mm de alto, medidas similares al Volkswagen Tiguan. En el interior, los motores eléctricos entregan 225 kW (300 CV) a las cuatro ruedas, y sus baterías de ion-litio dan una autonomía de 500 Km en una sola carga. El Vision E puede alcanzar 180 km/h de velocidad máxima según cuentan desde Skoda.
Asimismo, incluye un sistema de conducción autónoma nivel 3, lo que significa que puede mantener la velocidad y frenar de manera independiente, conducirse por su cuenta en una autopista manteniendo el carril y realizar maniobras direccionales en procesos de adelantamiento y estacionamiento.