A diferencia del anterior Clio RS que portaba un motor de 2.0 litros, la cuarta generación que ahora nos ocupa ofrece un propulsor más pequeño en desplazamiento, pero asistido con un turbo. Es de 1.6 litros y entrega la respetable cifra de 200 CV a 6.000 rpm con un torque de 240 Nm en un bajo rango de 1.700 rpm. La tracción es delantera y aquí viene una de las aportaciones tecnológicas más interesantes del RS (Renault Sport), una transmisión robotizada de doble embrague EDC (Efficient Dual Clutch o doble embrague) que es la primera vez que el fabricante francés la acopla en alguno de sus modelos de calle.
Las medidas del Clio RS son contenidas, muy propias de su segmento, pero ahora y también por primera vez ofrece una configuración de cinco puertas, antaño las versiones deportivas del modelo solo eran de tres, léase Clio Williams o RS
Confort
Como buen coche francés ofrece comodidad, los interiores son preponderantemente negros con vivos en rojo, resaltando un pespunte en el perímetro de las tapicerías y en la empuñadura del volante. También encontramos insertos de ese color en los paneles de las puertas, en el marco y en el pomo de la palanca de cambios. Volviendo al volante hay una marca roja justo a las 12, que nos indica que la dirección está derecha, un hecho muy usado en los coches de carreras y que le da un acento deportivo al conjunto.
Se destaca la posibilidad de modificar el comportamiento dinámico del vehículo; Renault ha bautizado este sistema como R.S. Drive y ofrece la opción de modos de manejo –Normal, Sport o Race-, en donde el conductor -con solo pulsar una tecla- accede a ellos, siendo el más notorio el modo Race, que nos provee incluso de un Lauch Control y retarda el funcionamiento del control de estabilidad, la respuesta del acelerador además de modificar el sonido del motor.
Un detalle interesante que ofrece es el R.S. Monitor, un sistema que se grafica en la pantalla del tablero –la misma que se usa en el navegador- y que le brinda al conductor información sobre el desempeño dinámico del Clio, por ejemplo: aceleraciones, fuerzas G, así como unas gráficas similares a las de los dinamómetros con curvas de torque y potencia, en tiempo real.
Otro gadget muy interesante es una app llamada R.S. “Sound Effect”, en donde el conductor puede elegir el sonido ambiente en el interior de la cabina y hacer que su Clio se escuche como un Alpine A110, un R8 Gordini, un Nissan GT-R hasta un futurista Renault Reinastella del 2035 que suena como un OVNI.
Manejo
Sin dudas, le mejor parte y la expectativa era mucha. Al situarnos en el puesto de conducción nos damos cuenta del talante de la versión, los asientos son cómodos pero firmes con los costados abultados para ofrecer una mejor sujeción en zonas sinuosas. Todo está al alcance de los dedos, incluso las levas de cambio detrás del volante.
En el modo normal se maneja de forma confortable, pero no niega su talente deportivo. La suspensión es rígida y la sensación es incrementada por el bajo perfil 45 de las cubiertas 205 montadas en llantas de 17”. La respuesta de la caja es suave y los cambios no son bruscos si uno permite que el accionamiento sea completamente automático. Si elegimos el modo Sport las cosas empiezan a cambiar, la respuesta del acelerador es mucho más contundente –si abusamos del pedal, el gasto de combustible también lo será- pero nos olvidamos de eso en segundos, ya que la aceleración es rápida y divertida, aunado al sistema de apoyos hidráulicos de compresión de los amortiguadores hace que el comportamiento sea muy preciso, eso sí sacrificando un poco de confort.
Llevado al límite en pista el Clio RS nos demuestra que es un digno sucesor de las glorias del RS de segunda generación. Es un vehículo de reacciones rápidas, con mucho agarre mecánico y con un comportamiento predecible, es fácil llegar al límite y la nobleza del bastidor perdona errores en la pista, mientras no se abuse de las leyes físicas.
Continuamos con el Compromiso Autocosmos: la Prueba de un auto increible cada día hasta fin de año. Mañana es el turno del Porsche 911 Targa 4S. Imperdible
Manejamos el Renault Clio RS 2015